Arbitraje
Las mediaciones y las transacciones judiciales y extrajudiciales, tal como lo expresamos anteriormente, son los mecanismos ideales para resolver las controversias y son figuras amparadas por nuestro sistema constitucional. Sin embargo a veces es imposible llegar a ellas sin involucrarse en un litigio, bien sea judicial o arbitral.
Entendemos perfectamente que el arbitraje es la mejor solución en caso de que sea inviable un arreglo consensuado, siendo que además forma parte de una jurisdicción que no depende del poder judicial y está amparado igualmente por la Constitución de la República.
A través de ese medio podemos obtener celeridad, economía, imparcialidad, y especialidad en la solución de la controversia.
Para este tipo de mecanismo de resolución de conflictos es necesario acudir a una asesoría adecuada, ya que se debe estar familiarizado con un sistema bastante desarrollado alrededor del mundo y que representa la mejor manera de resolver las pugnas sobre derechos disponibles entre personas naturales y jurídicas, en un plazo más breve, con instituciones que tienen una amplia experiencia en esa materia y con árbitros especializados que garantizan celeridad, confidencialidad y especialidad.
En el país existen instituciones altamente especializadas y eficientes en esta materia, cada día más actualizadas y con un equipo profesional altamente preparado.
Es necesario destacar que este proceso difiere en muchos aspectos de los procesos judiciales, a pesar de que en esencia puedan ser considerados muy parecidos por la mayoría de los operadores de la justicia ordinaria.